¿Qué es el Dropshipping?

Método de envío y entrega de productos o servicios minoristas a través del comercio electrónico en el cual no es necesario que la propia tienda tenga en inventario los bienes o servicios que vende en el almacén.

En el modelo de negocio del Dropshipping, el vendedor no necesita poseer ni almacenar su propio inventario, en este sentido, la empresa fabricante o mayorista es la que se encarga de almacenar, empacar y enviar los productos en nombre de la tienda online.

Pero, ¿Cómo funciona el dropshipping?

Todo inicia mucho antes de realizar una venta. Primero, el vendedor minorista debe llegar a un acuerdo con el mayorista para que éste se encargue del envío de los productos al cliente final. El vendedor minorista sólo sirve de intermediario para que promocione estos productos y realice las ventas a través de sus canales digitales.

Luego de este acuerdo entre el minorista y el mayorista, podemos entender mejor el flujo que sigue el modelo de negocio de dropshipping:

1. El cliente hace su pedido en la página web del minorista.

2. Se realiza el pago por parte del cliente

3. El minorista hace el pedido del producto al proveedor.

4. El proveedor prepara el pedido y realiza el envío.

5. El producto llega al cliente.

Ventajas

Poca inversión inicial: El minorista sólo sirve de canal para adquirir el producto por lo cual toda la logística y producción queda del lado del mayorista.

Libre de gestión de envíos: El proveedor es el encargado gestionar los gastos de envío.

Ubicación: Al tratarse de un negocio en línea, puedes controlar la tienda desde cualquier lugar.

Escalabilidad: Debido a que son los proveedores los que se encargan del almacenaje, de la preparación de los pedidos y de su respectivo envío, este modelo permite crecer exponencialmente sin aumentar mucho en gastos, por lo que se puede ir probando con diferentes productos y viendo cuáles tienen mejor salida y cuáles no.

Desventajas

Bajo margen de beneficio: Al tratarse de un modelo de negocio con una barrera de entrada baja, es decir, que no se requieren de muchos requisitos para empezar, existe demasiada competitividad entre tiendas, lo que obliga a muchos a bajar sus márgenes de beneficio.

No se tiene control logístico: Al no ser el propietario del stock, resulta muy difícil controlar qué productos siguen disponibles y cuáles no. Ten en cuenta que el proveedor probablemente trabaje con más de un minorista, por lo que el inventario variará constantemente.

Los errores recaen en el minorista: Si el consumidor final no recibe el envío de la forma adecuada, por lo general, el reclamo recaerá en manos del minorista, ya que es el encargado de realizar la venta, a pesar de que el envío corre 100% por parte del fabricante.

Alta inversión en pauta en redes sociales, SEO y SEM: Al igual que cualquier tipo de negocio en línea, así se posea la mejor tienda del sector, si la visibilidad no es la adecuada, no se realizarán ventas. Para ello, necesitarás invertir tiempo en SEO y dinero en pauta de redes sociales y también de buscadores (SEM) para conseguir visibilidad y tráfico para lograr generar o aumentar las ventas.